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patetismo

La canción a la que ayer hacía referencia se llama Viendo el tiempo pasar, con un estribillo arrebatador: "Tú ya sabes lo que siento por ti, tú ya sabes lo que espero de ti". Este disco es fenomenal. No entiendo que no lo conozca nadie. Parte de la música psicodélica y garage de finales de los sesenta, y cuidan cada canción al detalle, sin pedantería, pero con un extraordinario mimo artesanal. El disco es de mediados de los ochenta, creo. Pero podría ser tranquilamente de los sesenta.

En mis traducciones, más afasias, anomias e incluso hemiplejías. Suerte que voy rápido, lo cual me anima.

Esta mañana, mientras preparaba mi plato de arroz, he pensado en Lorena, el último y lamentable lío de Francesc. Morena con el pelo muy largo, delgada, narizuda y con la barbilla en forma de bruja, me gustaba llamarle "la gitana". Además tenía una irritante voz grave y con poca tendencia a vocalizar correctamente. La noche que se lió con él parecía haber alcanzado exclusivos privilegios, ya que en los viajes que hicimos en coche corrió a sentarse en el asiento de delante. Esto me molestó especialmente la tercera vez que se me adelantó, y no porque yo disfrute estando ahí, sino por el egoísmo que implica no pensar en si a alguien más le apetece. Por otro lado, me fastidiaba esa clase de prepotencia garrula de "Ahora soy su novia y debo ir a su lado", aunque tampoco se le puede pedir más a una chica de 19 años y sin apenas cultura. Así que desde el asiento de atrás, saqué mi chicle de la boca y lo dejé caer disimuladamente por el respaldo de su asiento. Cuando la dejamos en casa, me di cuenta de que el chicle reinaba con orgullo en su cabeza. Al día siguiente tuve que contener la risa cuando dijo que se había tenido que cortar un mechón largo de cabello, pero no explicó el motivo.

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